miércoles, 8 de julio de 2009

Se obediente Tomy...^^


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martes, 31 de marzo de 2009

"Du Bist" Cap2


Hallo!

Vale, el fic es para Meliss, pero quiero dedicar este cap. a Princess, por introducirme al mundo del TWC y por prestarme un poco de ella para un personaje.

Ein kuss

LunaInvierno


Cáp.2“Ihr”


-Wow, este juego es increíble Sr. Kaulitz -exclamaba maravillado Georg mientras sacaba con cuidado los instrumentos de dentro de la caja mientras Bill leía el instructivo.

-Ya me harté de recordarte que me llames por mi nombre o empezaré a dirigirme hacia ti como Mr. Listing -regañó Bill con gesto amenazador.

Su castaño amigo agitó los rizos y puso expresión asustada.

-Vale... sin amenazas -bromeó y siguió desembalando las piezas.

Después de varios intentos y algunos gritos exasperados de parte del pelinegro, ya estaban listos para inaugurar el primer torneo “Guitar-Hero” Bill Vs Georg

El castaño se encontraba en ese momento revolcándose de risa contra el suelo sobre la alfombra que posiblemente tenia mas años que algunos del clan, ante los dedos “torpes” de Bill para con la guitarra y la batería. Simplemente los instrumentos no eran lo suyo.

Bill gruñía frustrado.

-Mejor probare con el micrófono -anunció orgulloso y seleccionó una canción.

-Válgame, no sabía que te gustara ese tipo de música. Ni que tu inglés fuera tan bueno –le comentó a Bill admirativamente, al terminar de cantar un hiphop

-Tom la ponía tanto que terminó gustándome y aprendiéndomela -explicó humildemente el pelinegro mientras buscaba otra canción en el menú del juego. Segundos después reaccionó de lo que acababa de confesar y se apresuró a cambiar el tema. Georg, que estaba acostumbrado a esos episodios, simplemente le siguió el juego.

-¡Gané! -exclamó Bill feliz y empezó a hacer una especie de baile de la victoria. Georg tenía que reconocer que el chico no se sabía ni el círculo de Sol, pero tenía una voz impresionante. Pudo alcanzar hasta las notas y ritmos mas difíciles sin problema.

Unos aplausos exageradamente fuertes interrumpieron a los amigos.

-Bien echo Sr. Kaulitz, es grato saber que su hermano no fue el único con dones - valoró un joven de porte orgulloso, ojos castaños y llameantes cabellos rojos, obviamente burlándose de él-. Y tú ¿no deberías estar en las cocinas? -cuestionó a Georg despectivamente.

-Ya te he dicho que Georg no es un sirviente Dimitri. Es mi amigo -dijo Bill en defensa del castaño.

-No me refería como cocinero -exclamó el aludido pasando la lengua sobre sus labios perversamente.

-Basta Dimitri -le interrumpió un hombre rubio recién llegado, lucía sólo un poco más joven que él, y aunque sus ojos eran también cafés, se notaba una diferencia abismal en ellos.

-Como sea. -Respondió el pelirrojo y con fastidio se retiró del salón.

-Gracias Gustav -comentó Bill sonriéndole al rubio quien, hizo un gesto con la mano, quitándole importancia.

-No hay de que. Como buen representante de mi familia, tengo que salvar al mundo del primo Schâfer con el gen idiota -bromeó logrando sacar una carcajada de Bill y una sonrisa del castaño.

-¿Quieres jugar con nosotros? -invitó Georg tímidamente, nunca se había sentido muy cómodo en presencia de “ellos” pero Gustav parecía ser el único que no le veía cara de comida.

-Quizás en otro momento -les respondió el aludido sin verlo, después hablo hacia Bill-. Su hermano me había pedido que le entregara las demás partes del juego pero veo que las encontró usted solo -explicó haciendo referencia a la batería y la guitarra que Bill encontró al bajar al área de Tv para probar el disco que su hermano le dio esa madrugada.

-Así es, gracias Gustav, hasta luego -comentó simplemente Bill y se dispuso a seguir jugando.

El rubio asintió casi militarmente y se encaminó a la salida de la estancia, cuando estaba por perderse de vista habló sin voltearse.
-Hasta pronto Georg -dijo y siguió andando. El castaño no pudo reaccionar de la impresión de que le hablara directamente, y cuando dijo “...Pronto” -Gustav ya se había ido.

-¿Qué está pasando aquí? -Inquirió Bill, perspicaz, alzando una ceja.

-¿De qué ha-hablas? -tartamudeó el mayor fingiendo verificar la guitarra del juego, el tono burlón de su amigo no le daba buena espina.

-Sabes, Gustav es muy agradable -insistió el pelinegro.

-Ajá

-Y guapo... -tanteó Bill taladrando con sus orbes castañas los verdes de su amigo.

-Pues claro, después de todo es uno de Vosotros ¿no es así? -soltó Georg sin analizar bien lo que decía.

-No, no es así. -Dijo Bill parándose molesto, sabía que el de rizos no lo decía por molestar, pero aunque quisiera él jamás formaría parte de ese “Vosotros”.


¿Que les parece un Bill y un Tom con colmillitos?



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martes, 24 de marzo de 2009

"Du Bist" Cap1



Este fic es un regalo para Meliss ¡Danke! Por conseguirme esa maravillosa foto y por ser una gran sister, espero y sea lo que esperabas.

Un Danke enorme también a Lau (*-...-*La Dama De La Oscuridad*-...-*) Por arreglar mis desperfectos gramaticales.


Cáp. 1“Wir”



...Bill...
Bill...
...Bill...

Un joven pelinegro de hermosas facciones se incorporó de su elegante lecho, como impulsado por un resorte. Le llevó un buen rato enfocar la visión, todo estaba como antes de que se recostara, tranquilo y ordenado.

El recuerdo del llamado aún resonaba en su cabeza, podía oír la voz que repetía insistentemente su nombre, y sin embargo, sabía que por más que buscara....el dueño no estaría ahí.

Buscó las pantuflas a un lado de su cama para evitar tocar el frió suelo, pero con fastidio las vislumbró a dos metros de él, seguro que su perro, Scotty, las había movido durante la noche. Tomando aire se puso de pie y caminó con pasos veloces hacia ellas para poder resguardar sus pies. Una vez calzado se estiró cual largo era para desentumirse, escuchó cómo su espalda hacía un chasquido y giró el cuello brevemente, cuando su vista se posó en el despertador ubicado en la mesita ratona sintió la ira subir por su garganta.

-Pero si apenas son las tres de la mañana... -masticó ofuscado mientras jalaba una cobija para cubrirse mejor al abandonar su alcoba-. Claro, como él no necesita dormir. -Siguió vociferando mientras procuraba no tropezar a oscuras por el corredor y sin dejar de preguntarse donde carajos estaría el interruptor de luz.

-No deberías estar vagando a estas horas. -Susurró una voz detrás suyo con más preocupación que reproche.

-Díselo al “amo” -respondió Bill con más brusquedad de la que pretendía, al notar la mirada herida del platinado agregó-. Perdóname Andreas, sabes que si no duermo lo suficiente me pongo de mal humor.

-Ya...te acompaño -respondió simplemente, regalándole una sonrisa y estirando el brazo para encender finalmente la luz. Bill gruñó con fastidio, y su amigo sonrió ante el berrinche.

Después de subir dos pisos más tomaron el pasillo hacia la izquierda.

-¿Por qué siempre escogen casas tan enormes? -resopló el pelinegro recuperando el aliento, mientras su compañero, sólo se encogía de hombros y le dedicaba otra sonrisa.

Siguieron el corredor hasta que Bill se giró de improviso y empuñó el picaporte de una puerta en el lado derecho dispuesto a abrirla.

-Es mas adelante -indicó Andreas dando otro paso.

-Entra ya Bill –ordenó, otra voz autoritaria del otro lado de la puerta que Bill sostenía-. Me cambié de alcoba Andreas, dense prisa no tengo todo el día.

-¿Cómo lo supiste? –inquirió, en un susurro sorprendido, el platinado a su acompañante. Este se limitó a hacerle un gesto de resignación y tristeza mientras abría la puerta y entraba por ella, dejándola abierta para él.

-Espero que tengas un buen motivo para levantarme. -Soltó ácidamente el recién llegado a su anfitrión, quien sentado detrás de un escritorio de roble, con los dedos unidos sobre el pecho le miraba fijamente.

-Buenas noches Tom -intervino Andreas tratando de relajar el ambiente. Sin mucho éxito, la hostilidad era casi palpable en la zona.

-Noches. -respondió el aludido irguiéndose más en su asiento.

Una risita burlona cortó el silencio y Andreas sintió a Bill tensarse a un lado suyo.

-Andrea -saludó el platinado a la guapa chica de largos cabellos negro, piel pálida y ojos grises que saliendo de las sombras se había acercado a Tom y ahora se dedicaba a acariciarle las rastas melosamente.

-Andreas -respondió la mujer con énfasis-. Bill -agregó como con aburrimiento, más este no contestó, se limitó a enfocar la mirada en uno de los cuadros que ocupaban la pared de ese caserón.

-¿Vas a decirme que quieres o me puedo largar ya? -escupió Bill taladrando con sus ojos castaños a Tom, quien le veía de igual manera. Eran en momentos como esos, que para Andreas era imposible dudar que ambos fueran gemelos.

-¿Tienes algo más importante que hacer? -se burló el de rastas con una mueca que Bill conocía muy bien, pues era suya.

-Tú no eres el único que se divierte hermanito. -Respondió el pelinegro simplemente.

-No tienes permitido salir -fue lo que contestó el otro, como si eso diera por terminado el tema. Pero claro, no era posible creer que Bill se callaría así sin más.

-Diez minutos no te hacen el jefe -escupió y se dispuso a abandonar el recinto, más cuando ya tenia cogida la perilla, otra mano se posó autoritaria sobre la propia y lo detuvo.

-No sales y fin del asunto. -Susurró Tom determinante en su oído, lentamente para que no se le escapara una sola palabra. Su gemelo se safó bruscamente y se limitó a fruncir los labios y preguntar con la mirada por que cojones lo había levantado en la madrugada. Odiaba que usara sus habilidades con él.

Como si le leyera la mente, y posiblemente así era, Tom les indico a ambos chicos que se sentaran. Bill rechazo la oferta y Andreas tras un suspiro también permaneció de pie.

-Como quieran, sólo te informo que mañana saldré de viaje -explicó el mayor mirando detenidamente el abrecartas entre sus manos-. Quería recordarte que tienes prohibido salir e intervenir en las actividades del clan. En vista de que Andreas me acompañará, tus clases de esgrima se suspenderán y te traje esto para que te entretengas -agregó mientras le arrojaba una caja que Bill pesco en el acto-. Puedes irte.

Concluyó y se puso de pie para segundos después salir acompañado de Andrea, quien les dedicó una sonrisa indescriptible a los dos restantes.

-Idiota -casi ladró el pelinegro apenas su hermano salió.

-Perdona, ni yo sabía que lo acompañaría -se disculpó Andreas.

-No tú, él. -Dijo furioso el chico, rápidamente seco sus ojos cafés y los posó sobre la caja que sostenía. Asombrado descubrió que era el video juego que quería desde que lo vio en la televisión, ni siquiera lo había pedido aún, una alegría infantil le invadió combinada con tristeza. Antes de poder evitarlo una lágrima cayó sobre el paquete, la seco rápidamente y Andreas tuvo la cortesía de fingir estar interesado en la gótica decoración de la mansión.

En silencio Andreas lo acompañó de regreso a su habitación. Trataba de aparentar indiferencia, sin embargo, en la mente de Bill, no podía de darle vueltas la pregunta ¿qué paso con nosotros?


¿Revew? ¿Tomatazos? ¿Cartas Bomba?





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lunes, 16 de marzo de 2009

"Interruptus" Cap.8

"Interruptus"
By: Ellle
Cap.8
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-¡Buenos días a todos

-¡Buenos días a todos!- Gustav se giró, sintiendo un escalofrío ante el tono de voz del menor, feliz y dos octavas mas agudo de lo normal.

-¿Nos hemos despertado felices hoy?- el moreno asintió un par de veces antes de dejarse caer sobre una de las sillas sin ningún cuidado.

-Hoy es un día maravilloso.

-¿Ya lo has recogido todo? Piensa que un día de estos no te esperaremos

-Mi equipaje está hecho, listo y cargado.

-Si no lo oigo no lo creo- silbó el batería dando por finalizado su desayuno- ¿te a abducido algún platillo o algo?

-Llevas un par de días muy raro…-el bajo dio un sorbo a su taza- me diste bastante miedo ayer cuando viniste a preguntar si había visto a Tom.

-Que por cierto también anda extraño…tendrías que haber visto a que horas intempestivas se despertó ayer.-Una mirada de los dos jóvenes hacia el cantante, que trataba de fingir que la cosa no iba con él, le cedió el turno.

-fue solo casualidad…ya sabeis.

-Sí, ese rollo vuestro- un picor tras as orejas puso en guardia al moreno.

-Pero pero… ¿Qué rollo? ¿Qué dices? Somos hermanos.

-¿Ahora no tenéis “una relacion especial, porque somos gemelos y siempre estaremos juntos”?- tragó saliva. Más le valía no estresarse en adelante.

oooooOOOOOoooooo

-Traigo el desayuno-había un bulto sobre la cama, tapado con los edredones y Bill temió que el guitarra siguiera durmiendo.

-¿mmmhh hay tostadas?

-Y bollos, y zumo…cosas sanas, ya sabes…no había ni una maldita hamburguesa- dejó la bandeja a un lado mientras buscaba con los ojos donde carajo había dejado el paquete de cigarrillos.

-Zumo de que…?- seguía sin salir de debajo de las 3 toneladas de ropa de la cama, y su voz sonaba ahogada, lejana adormecida y ronca.

-Naranja, plátano con uva y frambuesa- se sentó junto al cojín sujetando los tres botellines mientras el de rastas asomaba la cabeza con los ojos hinchados preguntándose porque demonios existía un zumo de plátano con uva.

-¿Cuál quieres?- con un gruñido le arrebató uno y se lo llevó a las profundidades de la ropa de cama- podrías ser mas cariñoso ya que soy servicial.

-No lo fui lo bastante ayer…-no lo preguntó. De echo, aún no había terminado de asimilar lo ocurrido y en lo más profundo de su corazón sabía que en cuanto lo hubiera hecho el trauma sería irreversible.

-Ayer fuiste simplemente embriagador- pese a las mantas el mayor sintió las manos del moreno descargar peso en el costado.- tan dulce que casi me hace pensar en no dejarte salir mas de esta habitación- la ultima frase convertida en susurro le hizo quedarse quieto bajo la ropa. Muy quieto y muy rígido, como el ratón acechado por un depredador mayor. Y le confundía, y le excitaba…y le gustaba. Ese cosquilleo en el estomago, ese no saber que decir, ese calor que se hacía insoportable por momentos y la respiración de su gemelo tan cerca que casi la podía imaginar contra su oreja pese a la densidad de la ropa de cama.

-¿tu lo sabías?- se deshizo de ella de un manotazo para clavar los ojos en los de su hermano que, sentado en la cama, sonreía como si la pregunta no fuese con él- tú sabías lo que yo sentía ¿verdad?

-Tenía tantas ganas de que me quisieras que creí que me estaba engañando. Cuando me dijiste que me querías pensé que estarías confundido- le acarició la mejilla primero, tomando después una de sus rastas- no quería hacerme ilusiones.

-Te quiero Bill- un tirón i lo tenía sobre su cuerpo, y podía acariciarle, y era suyo…de alguna manera, y el menor se dejaba querer, guardándose una sonrisa mientras daba las gracias porque su hermano siguiera desnudo.

-Dímelo otra vez- y él se lo susurró, no una sino 100 veces, flojo, muy flojito contra su oreja arrancándole risas y escalofríos.

-Eres perverso.

-Si lo vas diciendo por ahí nadie te creerá, yo soy el hermano bueno, recuerdas?

-si supieran como eres en realidad.

-Nadie lo sabrá nunca…solo aquí...solo contigo…

-Maldito incubo- rió el de rastas cuando Bill volvió a morder su cuello- déjame desayunar.

-No te lo has ganado- se sentó sobre su estomago sujetando una de las tartitas de crema con chocolate entre sus finos dedos y la mordió lentamente para que el rubio no perdiera detalle de su gesto

- hijodeputa dame eso!- y risas y gritos mientras Tom trataba de incorporarse para arrebatársela y Bill se la alejaba lo más que podía estirando el brazo. Al final el mayor se hartó, sorprendiendo al moreno al usar de golpe toda su fuerza, retorciéndole el brazo izquierdo detrás de a espalda y girando para dejarle debajo.-¿me la darás?

-No- chilló el cantante aún estirando el brazo derecho mientras lloraba de risa.

-Tendré que comerte a ti- un beso en el cuello y enseguida bajó al pecho sin soltarle el brazo inmovilizado. El moreno gemía y se curvaba con la camiseta arremangada hasta el extremo.

-No, no podemos hacerlo ahora nos están esperando…Tom…Tommy…me rindo- y acercó la pasta hasta su bajo vientre en donde su hermano llevaba rato haciendo de las suyas-ten…

Y el rubio la cogió hundiendo los dedos en el dulce y le miró sonriendo.

-incorpórate.

-¿Qué quieres hacerme?- se sentó en la cama, quedando el mayor en su regazo con la crema que ya comenzaba a chorrearle por el antebrazo.

-¡Oh, vamos! Quítate la camiseta y no refunfuñes…empezaste tú- y cuando la parte de arriba de la ropa del cantante estuvo fuera acarició sus labios, dejando un rastro de dulce hasta que logró hacerle abrir la boca para resbalar los dedos por su lengua caliente y blanda.-Eres increíble…- y el menor le devolvió la mirada sin dejar de lamer…sus dedos, su mano, su muñeca y resbaló por el antebrazo lentamente dejándole sentir la presión ligera de su piercing. Mientras, el de rastas tomó la botella de zumo y dio un trago, dos y aún con liquido en la boca levantó el rostro del moreno para besarle, aguantando ambos las ganas de reír al sentir como el jugo se escurría entre sus bocas sobre sus cuerpos y las sabanas.

-Esto es una guarrada- logró murmurar el cantante estremeciéndose a cada nuevo beso de su hermano.- Yo ya me había duchado hoy…voy a estar pringoso por tu culpa…además…mis pantalones.

-Prometo lavártelos a mano si no lo quita la lavadora- seguía besando el mayor con urgencia; el pecho de su hermano ahora sabía a fruta y le encantaba. Era como un perfume…el jugo de frambuesa se mezclaba con el olor de Bill…el sabor de Bill y le quedaba bien, lo mejoraba. A Bill le pegaba saber a frambuesa, talvez era por eso. Antes de querer darse cuenta ya volvía a besar bajo su ombligo y él se había tumbado de nuevo agarrándole los hombros con fuerza. “Qué diablos” pensó para si mismo antes de desabrocharle el pantalón, bajárselo hasta medio muslo junto a su ropa interior y meterse el sexo en la boca sin ni pensarlo.

-Tom!-un intento de incorporarse debido a la sorpresa le hizo apretar el agarre que mantenía sobre los hombros del mayor un instante para perder la fuerza por completo al sentir la primera caricia.

Era extraña, era una situación muy extraña, pero estaba tan excitado como si se lo estuvieran haciendo a él. Besó, lamió y chupó como si hubiera hecho aquello cientos de veces antes pese a que era la primera. Y su hermano se retorcía; se había tapado la cabeza con la almohada para gemir contra ella, cosas que Tom no podía entender. Y ya nada sabía a frambuesa, el sabor era distinto, amargo, salado, una sensación viscosa que se metía por las heridas de sus labios haciéndolas latir e hincharse.

Y sin aviso algo le llenó la boca dándole unas terribles ganas de toser al sentirlo resbalar por su garganta que logró aguantarse porque no podía apartar la cabeza, Bill se la sujetaba ahora tirando de sus rastas, haciéndole daño, clavando las uñas un instante en su cuero cabelludo sin compasión. Le sintió estremecerse, quedarse arqueado y en tensión un par de segundos para después caer inanimado llamándole entre susurros.

-Estoy aquí Bill- y le ayudó a colocarse la ropa mientras trataba de recordar donde estaban sus pantalones.

-Mira en lo que conviertes un desayuno- le sonrió mientras el otro ataba sus rastas en una coleta aun buscando sus pantalones.

-Será mejor que bajemos ya- ni siquiera se molestó en sacar de la maleta una camiseta limpia. El equipaje ya estaba hecho y cerrado y lo mismo pasaba con los pantalones manchados de zumo de Bill, que intentaba desesperado ante el espejo que su cabello volviera a ser lacio después de aquella batalla matinal.

-Te odio…mira como estoy.

-muy guapo- sonrió el mayor dando un par de saltitos para asentar sus zapatillas de deporte.

-y pringoso, y rebozado en zumo, y despeinado.- lo cogió de las muñecas para apretar su boca contra la de él durante un instante.

Un chasquido les devolvió a la realidad. Bajista y batería se apoyaban en la puerta


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"Interruptus" Cap.7

"Interruptus"
By: Ellle

Cap.7
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-¿Cómo carajo te atas esto?- había dejado incluso de besarle para pelearse con las hebillas de su cintura mientras el aludido se tapaba la boca con la mano reprimiendo una carcajada que podía echarlo todo a perder. –En serio o te lo desatas o te quedas sin.

Se dejó caer hacia atrás, arqueando la espalda para soltar una a una las correas que impedían a su hermano llegar hasta él con la mayor lentitud posible, mientras este mordía el interior de su muslo empapando la cara tela que a él tanto le gustaba.

-Eres como un animal- murmuró divertido al sentir los tirones de impaciencia.

-No vayas de inocente, lo haces adrede.

En un minuto los pantalones estuvieron donde el de rastas consideraba que era su sitio; bien lejos. Los había tirado con rabia al sentir a su hermano libre, rompiendo una lámpara de mesa en el proceso y provocando un ataque de risa por parte del menor que casi no podía calmar con besos.

-Eres un cafre, cafre- repetía esa palabra entre carcajadas y gemidos que el rubio lograba arrancarle al besar su pecho, luchando por no comenzar a reír también; eso si que sería una situación estúpida.

-Me encanta oírte reír así.

-Es porque eres tú- y le cogió de la cintura para rodar, para dejarle bajo su cuerpo, porque así debía ser. Él era el mayor, el más grande y el más pesado…además sus omoplatos empezaban a quejarse del duro suelo.-Solo contigo…-A diferencia de los suyos, los pantalones del mayor fueron significativamente más fáciles de quitar. Concretamente ni los desabrochó.- Se lo pones demasiado fácil a las groupies- Tom no ofrecia resistencia mientras Bill le quitaba los zapatos, los calcetines y pasaba los dedos por el borde del boxer.

-Hazlo si lo deseas- agachó la cabeza comenzando a besar sin quitar la tela. El rubio susurró su nombre a cada beso, con un escalofrío, con mayor volumen cuanta mas fuerza ganaban las caricias de su boca. La tela se humedeció, calentada por su aliento, dejando un sabor salado, un regusto amargo, gemidos de súplica del mayor que sonaban por la habitación dando el absoluto control de todo al cantante.

Y levantó la cara para mirarle, para verle allí, tendido, con la cabeza ladeada hacia la izquierda dejando el cuello totalmente desprotegido, respirando con dificultad, los ojos entrecerrados y fijos en algún punto indeterminado de la sala y se sonrió con malicia ante su obra.

- ¿Estas bien?- sabía que sí, pero preguntó sólo para verle asentir con rapidez, tragar saliva y morderse la mano. Dejó deslizar los dedos por su cadera para que se llevaran abajo la ropa interior

- ¿Has hecho esto alguna vez?

-No eres el único que tiene sexo.

-No te había imaginado así- y los ojos grandes, calidos y felinos del menor se entrecerraron divertidos, volvió a bajar la cabeza para morder con fuerza el interior de sus muslos haciéndole chillar aun sin saber si de dolor o placer.

- ¿Me habías imaginado? Interesante- el cosquilleo nervioso volvió al estomago del guitarra, la excitación de la revelación, el deseo desesperado de aferrarse a algún sitio, pese a que estaban en el suelo y todo quedaba lejos de su alcance, y tubo que abrir las piernas porque Bill se había sentado sobre sus talones entre ellas, sus manos subían desde los muslos pasaban por la cadera y se perdían contra su pecho, oprimiéndolo con su peso, hasta llegar a la boca; hasta obligarle a abrirla con una mano mientras la otra le sujetaba el cuello sin fuerza y los dedos se abrían paso para que la caricia entrara en su cuerpo y se fundiera con su lengua, tan virgen en aquel sentido pues, ningún polvo con ninguna quinceañera había sido nunca así, las quinceañeras no sabían aquellos secretos que ni él mismo sabía, ni sabía donde su hermano había podido aprenderlos; pero sintió celos.

Le miró a los ojos, rojo de vergüenza, tragando sus dedos de finas uñas esmaltadas hasta mas allá de la articulación mientras con los suyos buscaba desesperado alguna malformación en el parqué a la que poderse aferrar.

- Será mejor que pases la lengua tan abajo como puedas- y su mano se inclinó, obligandole a levantar la cabeza, a tragar hasta la base del dedo y sentir que su cuerpo era recorrido por una arcada y no podía dejar de lamer, de temblar, de gemir cada vez que con la mano libre Bill le pellizcaba, apretaba o acariciaba- no quiero hacerte daño.

Y finalmente la mano dejó de atormentale, salió de su boca produciendole adrede un último cosquilleo en el labio con las yemas de los dedos.

-Si alguna vez encuentro a quien te enseñó a hacer esto, juro que le pegaré una paliza- logró murmurar mientras el moreno se cargaba una de sus piernas sobre el hombro.

-¿Tan herida está tu dignidad?- Tom respiró hondo y fue soltando el aire poco a poco a medida que los dedos de su hermano se habrían paso en él.

-No.-Tenía dos dedos dentro antes de querer darse cuenta- pero no soporto la idea de que hayas estado…-“con alguien más de esta manera”, así acababa la frase, pero fue incapaz de decirlo. Los finos dedos se cebaban con su próstata mientras el tercero comenzaba a invadirle. El dolor y el placer no se mezclaban, venían a oleadas como la marea uno tras otro y sin parar, cada uno mas fuerte que el anterior, haciéndole temer al que vendría.

-Me dices eso cuando soy yo el que a estado tragando verte con esas groupies estúpidas- se apoyó en su pecho para acabar de entrar de golpe el tercer dedo- me hacías daño, ¿lo sabías Tommy? Cada beso, cada caricia, cada sonrisa era como una puñalada.

Los dedos se retiraron con lentitud, dejando un espacio incómodo y extraño en él. Y le miró en silencio mientras de rodillas, con su pierna aún sobre el hombro, el menor se bajaba la ropa interior y le devolvía la mirada encendido.

-Soy tuyo y lo sabes- cerró los ojos, al sentir como se acomodaba para comenzar. El corazón le latía tan rapido que un par de veces creyó que se le detendría.

-Antes no lo sabía, y hoy voy a hacer, que no se te olvide nunca.- Le dio un rápido beso húmedo a la rodilla antes de tomarlo de la mano.

-Mastúrbate muy despacio- el de rastas estaba confuso. ¿A que coño venía aquello?- Si no lo haces te haré daño, vamos- abrió los ojos un segundo, sintiendo mas vergüenza que en toda su vida junta pero aún así comenzó a hacerlo sin poder mantenerle la mirada, guardando un pequeño quejido de dolor al sentirle invadir su cuerpo de aquella manera, al sentir que quemaba. Y el dolor se hizo más fuerte. Quiso chillarle que parara, que iba a desgarrarle, que le dolía, que escocía, pero en el fondo de su alma sabía que su hermano no pararía y no quería comprobar si aquella corazonada era cierta.

Hacía el final entró de golpe y se quedó allí, quieto, muy quieto como esperando que pasara algo, sin embargo él no podía dejar de retorcerse entre quejidos tratando de escapar de aquella tortura que le quemaba el estomago y hacia que su corazón latiera en sitios inapropiados.

-Shhh- le besó el rostro, buscando sus labios que le repetían una y otra vez el dolor que sentía, que le suplicaban que terminase de una vez aunque fuera en lo más profundo de sus entrañas- te dije que no dejaras de tocarte, vamos, continua.

Y con mano temblorosa volvió a hacerlo, porque sabía que no habría compasión y él no soportaba el dolor; nunca lo había hecho.

-Bill no puedo más- su voz agudizada en un murmullo al sentir como su hermano se retiraba y volvía a entrar muy despacio.

-Confía en mí- volvió a salir pero la entrada fue más brusca, arrancándole un gemido del pecho- el dolor es parte de ello.

La tercera entrada fue más fuerte, al igual que su salida. El menor comenzó a jadear a medida que ganaba velocidad y se inclinaba hacia delante, obligándole a retirar la mano de su sexo, sintiendo como cada vez que salía de él sus intestinos parecían querer acompañarle.

Y lentamente, el placer comenzó a discernirse entre el dolor, a subir como espasmos de calor por su cuerpo, a habitar entre sus estómagos; en aquel lugar en el que el cuerpo del cantante acariciaba lo que anteriormente habían acariciado sus manos, y había un eco en la voz de Bill, un murmullo sordo que pronunciaba cosas inconexas. Tardó un rato en darse cuenta de que era él mismo.

-Te quiero- se lo susurraba en jadeos pegado a su oído. Él sólo podía apretar las piernas alrededor de su cuerpo. Los empujones se detuvieron un instante y se quedaron frente a frente en silencio. Bill le tomó la mano apretando los dedos contra sus labios- deja de arañar el suelo, te haces daño. Agarra mi espalda, vamos- le costó un esfuerzo pasar los brazos, estrecharle aún más mientras volvía a moverse, a susurrar su nombre, a susurrar cuanto le quería y a jurar que si le veía con una groupie le encerraría y no le permitiría salir más.

Y el calor se hizo tan intenso que apenas podía soportarlo.

-Bill…Bill voy a…- apenas pronunció esas palabras sintió que algo ardiente le llenaba por dentro; los gemidos de su hermano eran lo bastante fuertes como para que pudiera haberlos oído alguien que pasara por el pasillo, y él le siguió, se dejó llevar… se sumió en el olvido. Un olvido oscuro en el que sólo podía sentir y solo existía el nombre de su hermano.

Hubo un silencio atronador en un instante y después quedaron quietos, uno sobre el otro sin saber que decir.

-¿Aún te duele?- El rubio asintió lentamente con una sonrisa.

-Pero no importa, lo he pasado bien- el menor le devolvió la sonrisa echándose a un lado incapaz de dejar de mirarle.

- ¿Quieres que te acompañe a la ducha?

-Deja que me recupere un poco- el cantante se hizo un ovillo apoyado en el hombro del rubio.

-Tommy abrázame- el único contacto que Tom le regaló fue un pellizco en el brazo.

-No te hagas el inocente ahora, me acabas de…- ni siquiera pudo decirlo sin comenzar a reír de vergüenza-oh dios Bill


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"Interruptus" Cap.6

"Interruptus"

By:Ellle

Cap.6

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Tom apenas podía creer lo que estaba ocurriendo. Allí le tenía, Bill acorralándole contra la pared, solo que no era Bill o al menos no el de sus sueños. ¿Dónde estaba aquella criatura tierna y cándida que se entregaba lánguidamente? Allí desde luego no.

Sus besos tiernos poco a poco se aceleraron, ganaron fuerza y seguridad y las manos resbalaban por todo resquicio que su ropa les permitía sin llegar a acariciar ningún punto realmente sensible.

-Bill, en serio…nos van a ver- esa idea que a él le escandalizaba al menor parecía casi divertirle.

-Tranquilo, no dejaría que nadie se uniera- le quito la gorra para acceder mejor a él- si con las chicas también eres así, no me extraña que tengas tanto éxito.

El mayor no podía ni hablar. Aquello superaba cualquier fantasía, cualquier anhelo. Pero al mismo tiempo, aquella actitud de su hermano le impedía defenderse; desesperado le cogió el rostro entre las manos para besarle, para tratar de imponer algo de su voluntad en la que ya parecía una partida ganada por el cantante. Y así contra aquella pared comenzó un nuevo modo de hacerse la guerra, donde no cabían gritos, insultos, bromas pesadas o camisetas favoritas teñidas por “accidente”. Cada uno luchaba para dominar al otro al tiempo que combatía sus ganas de dejarse dominar.

Las bocas quemaban, dolían y sus propios jadeos haciéndose eco en el vacío pasadizo les excitaban mas y mas, obligándoles a seguir con una desesperación ciega de tenerse en aquel momento como principio y final de sus vidas.

Bill se separó de improviso y el mayor sintió frío, como si un aire azul helado hubiese recorrido aquel pasillo como un fantasma.

-Ven-le tendió la mano para acercarle de nuevo pero el moreno negó con una sonrisa, con sus labios enrojecidos e hinchados, mostrando las marcas rojas que el primer asalto contra la pared le había dejado en el cuello-no juegues conmigo.

Dio unos pasos hacia atrás hasta quedar contra la puerta de la habitación del mayor mientras se mordía el labio, tratando de retener una risotada.

Se arremangó la camiseta mostrándole el ombligo y la estrella que hacía unas horas había besado con desesperación.

-¿Quieres que me la quite?- pese a estar casi a dos metros de su hermano la respiración de Tom seguía tan acelerada que se confundía con jadeos- si entras lo hago.-Un pinchazo de mala conciencia invadió al de rastas un segundo.¿Se habían vuelto locos los dos?

-No sé si esto está bien, somos hermanos joder- Bill rodó los ojos con un suspiro. ¿Tenía que hacerlo todo él? Nunca habría podido imaginarse que su hermano era de esos que calentaban para después echarse atrás.

-Yo voy a entrar y a quitármela, contigo o sin ti… tu verás lo que haces- y cerró de un portazo. Aquello era una mierda inmensa. Su hermano era estúpido. A él también le asustaba aquella situación pero la afrontaba (a su ver) de modo civilizado. Tiró la camiseta y la gorra que seguía en su mano con rabia contra el sofá y se cruzó de brazos a la espera de que haría su hermano mayor. Pasaron casi dos eternos minutos en los que le maldijo de todas las formas que sabía teniendo convencimiento de que habría ido a torturarse con aquel rollo estúpido de ser hermanos, amor imposible y demás mierdas.

Pero entonces el chasquido de una puerta y el crujir del parqué le hicieron estremecerse. Un abrazo desde detrás y un beso justo bajo su nuca, en aquella vértebra marcada le obligó susurrar el nombre del guitarra.

-Lo siento- echó la cabeza hacia atrás para apoyarse en su hombro, para sentir sus besos, para buscar un sustento y no desfallecer allí mismo.-Te quiero.- Le dejó besarle la espalda con lentitud, inclinándose para permitirle seguir su columna.

-Quítate la camiseta, ahora.-Y los brazos le soltaron para obedecer. Para deshacerse de aquella maldita camiseta ancha que impedía que el mundo disfrutara del cuerpo del mayor.

Se giró para mirarle. Su pecho tan distinto del del moreno, más ancho, más fuerte, con la piel más oscura. Un suspiro de satisfacción al tenerle al fin así, cara a cara, aún preguntándose hasta donde estaría dispuesto a llegar.

-Ya está-un gesto inocente, una de sus rastas cayéndole desde la coleta hacia delante y un pequeño juego con el aro de su labio, por todo eso, de no haber sido tan orgulloso, Bill le hubiera venerado como a un Dios.

-Aquí estamos al fin- le tomó de los antebrazos para acercarle- no tengas vergüenza.

-No tengo vergüenza.

-Vamos que no- y sus labios cayeron sobre su cuello, dejando de lado el enmarañado cabello rubio para disfrutar y hacerse propietario absoluto de su piel.

-Se suponía que tu eras dulce, romántico y tierno y todas esas cosas y que el pervertido pseudo-nimfómano era yo- al hablar, el mayor jadeaba las frases incapaz de apartar las manos del pecho del moreno.

- ¿Qué quieres decir con eso.

-Nada, solo te informaba…creo que se te ha olvidado- le sintió reír y el menor dio la partida por ganada. Llegaría hasta el final.

-¿Recuerdas esta mañana…lo que estabas haciendo?- el estomago de Tom dio un pequeño vuelco cuando las manos del menor se posaron sobre sus hombros y hicieron una ligera presión hacia abajo- vamos.

Y sus rodillas tocaron el suelo, su rostro entre las finas manos de su hermano y sus besos, esta vez más lentos y profundos que arrancaban gemidos al moreno que allí, de

pie le miraba con dulzura acariciando su coleta rubia.

Le tomó de la cadera para que se arrodillara también, y lo hizo, algo incómodo por unos pantalones demasiado ajustados que el mayor trataba de arrancarle sin conseguirlo.

-¿Cómo carajo te atas esto?- había dejado incluso de besarle para pelearse con las hebillas de su cintura mientras el aludido se tapaba la boca con la mano reprimiendo una carcajada que podía echarlo todo a perder. –En o te lo desatas o te quedas sin.




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jueves, 12 de marzo de 2009

"Por que te Amo" Cap 2

"Por Que…Te amo."

By: Lugoth.

Capitulo 2.

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Entro despacio a la habitación, encontrándose con que su madre estaba sentada al lado de la camilla en la que su hermano dormía.

-Bill cariño, hola – Le dijo la mujer levantándose de su lugar y abrazándolo con fuerza.

-Hola, mamá – Le respondió el mientras también la abrazaba.

-¿Cómo estas? – Le pregunto Simone.

-Bien – Respondió - Tom esta…

-¿Qué? – Le pregunto su madre con diversión.

-Enojado conmigo – Aseguro.

-Por supuesto que no Bill – Le respondió ella mientras ambos se sentaban en las dos sillas que había en la habitación - ¿Por qué debería estarlo? – Le pregunto.

-Por que tengo 13 años y soy un cobarde, demasiado débil, no puede defenderme – Le dijo el bajando la cabeza mientras tomaba la mano de su hermano entre las suyas.

-Claro que no amor – Le afirmo ella - Sabes que fue lo que paso.

-¿Qué? – Pregunto mientras acariciaba la mano de su gemelo.

-Sufriste un ataque de pánico – Le dijo ella acariciando su cabeza – Eso le puede pasara a cualquiera, solo te paralizaste por el miedo, eso lo sacaste de mi – Le dijo con una sonrisa.

-¿Enserio? –Pregunto.

-Por supuesto, yo cuando niña sufría muchos ataques de pánico, sufrí uno cuando me iba a casar con tu padre y cuándo ustedes iban a nacer – Le respondió soltando una risita divertida – Es solo que tu te pareces mas a mi que a tu hermano, el reacciono así solo por que tiene el mismo carácter que tu padre, y tu el mío.

-Ya – Respondió - ¿Mamá? – Pregunto después de unos minutos en silencio.

-¿Si? – Le respondió Simone.

-¿Por qué la muñeca de Tom esta vendada? – Pregunto con cierto temor.

-Es solo que sufrió un leve golpe – Mintió.

-Pero volverá a tocar la guitarra ¿Cierto? – Pregunto, algo dentro de él le decía que no era así.

-Por supuesto - Le respondió – Es solo que tu hermano sufrió leves cortes, pero esta en perfecto estado, ya lo veras.

-Bien – Respondió mientras se concentraba en mirara a su hermano.

Tom entre abrió los ojos, había escuchado toda la conversación, temiendo que su madre le digiera la verdad a Bill, sonrió por dentro cuando no lo hizo, podía sentir la suaves y delicadas manos de su hermano apretando la suya, se alegro de que su gemelo estuviera bien y que el fuera el lastimado, de tan solo pensar lo que esos cinco chicos le iban hacer a Bill su sangre hervía en furia, no podía permitir que lastimaran a Bill, no lo haría.

-Aun así esto es mi culpa- Escucho como decía su hermano ye so lo enojo, no había sido culpa de Bill el solo había sido una victima.

Y así se lo hizo saber, apretando su mano suavemente, aun cuando le dolía demasiado. Bill lo miro confundido unos minutos, pero después sonrió mientras se acercaba a el, haciendo que su corazón latiera a mil por hora.

-Te tengo un regalo Tomi – Le dijo al oído y sin darse cuenta del sus labios salió una sonrisa de tonto enamorado.

******************************************************

Y así los años pasaron, hasta la actualidad, donde Tokio Hotel era una banda reconocida y muy famosa, dando conciertos por doquier, siendo entrevistados en programas de televisión y en revistas, ensayando y grabando canciones nuevas y viejas para sus discos, viajando a diferentes lugares, llevando una vida de famosos.
Al principio fue difícil, jamás le había ocultado algo a Bill, ni le había llegado a mentir, le dolía tener que engañar a su hermano menor, tener que soportar ese terrible dolor en la muñeca, pero lo iba superando, no podía evitar sonreír al recordar las palabras del medico, que se curaría, solo tendría que esperar, solo eso, nada mas, una lenta y algo dolorosa recuperación, pero que valía la pena, por que la final podría tocar la guitarra como aún lo asía.
Por supuesto le dolía tan solo mover la mano, pero aun así tocaba la guitarra, por que lo había prometido. En cada concierto, en cada ensayo se recordaba su promesa y recordaba para quien era que tocaba, por que no tocaba por la banda, no tocaba para el, no tocaba por la fans, tocaba por Bill, por que le gustaba oír cantar a Bill, por que su gemelo tenia una voz hermosa, celestial y a el le encantaba oírla, saber que el sueño de su hermano se estaba cumpliendo, por que tenia claro que si el no tocaba la guitarra, Bill no cantaba, y no permitiría que su hermano sufriera por que no podía cantar, que era lo que mas le gustaba en el mundo.
Paso su mirada por la habitación, Bill estaba enfrente del espejo maquillándose, tratando de quedar más hermoso de lo que era, si su hermano supiera cuan hermoso era en verdad, se sonrojo con tal pensamiento, y entonces se fijo en Gustav que estaba sentado en el sillón con su mp3, entonces paso su mirada a Georg que alisaba su ya de por si liso cabello.
Entonces sintió una punzada de dolor y fijo su vista en su muñeca, estaba demasiado inflamada, y le dolía mucho más de lo común.
Tal vez debería tomar los analgésicos, después de todo no los había tomado en esos días, en los que habían dado cuatro conciertos seguidos, algunas entrevistas, los ensayos, las grabaciones y las pruebas de sonido y ni contar por que dentro de pocos minutos saldrían al escenario.
-¿Estas bien? – Pregunto una voz femenina a su lado, entonces el castaño levanto su mirada y la fijo en Silke, la asistente de David, la mirada de la mujer estaba fija en su muñeca derecha inflamada, pero oculta bajo la muñequera.
-Si, estoy bien – Le respondió mientras con su otra mano rodeaba su muñeca.
Silke era la única aparte de sus padres que sabía lo de su muñeca, su madre le había convencido de decírselo, para que ella le ayudara con los medicamentos y tratamientos, su madre quería asegurarse de que el estaría bien cuando estuvieran de gira o algo por el estilo.
-¿Seguro? – Pregunto – Por que podemos cancelar el concierto si quieres.
-No – Respondió suavemente - Defraudaremos a las Fans.
-Por lo menos tomate tus medicamentos – Dijo extendiéndole un vaso de agua y tres pastillas de diferentes tamaños.
-No – Le respondió levantándose de donde estaba.
-Tom, tienes que tomarte tus medicamentos – Le dijo la mujer con voz seria.
-No los necesito, estoy bien, enserio – Dijo mas para convencerse a si mismo que para la mujer.
-Yo…
-Bien chicos es hora – Le aviso David entrando en la pequeña sala.
Los cuatros chicos se levantaron y caminaron hacia la salida, para dirigirse al escenario, Gustav iba de primeros, después le seguía Georg, después Bill y por ultimo Tom.
David los deseaba suerte a todos, pero algo llamo la atención del castaño, David le había dicho algo a Bill en el oído y su hermano se había sonrojado, se quedo paralizado un momento, mientras la llama de los celos nacía en su interior.
-Tom - Le llamo Bill, sacándole de su transe – Vamos – Dijo.
El castaño paso de manera rápida, esquivando a David que lo miro confundido, hasta que paso por el lado de su gemelo, paso por su lado sin ni siquiera mirarlo, tan solo diciéndole “Hazlo como solo tu”, la frase que siempre le decía antes de algún concierto, subió al escenario dejando tras el a su gemelo que lo miraba sorprendido por la frialdad con que lo había tratado.

El concierto transcurrió normal, las fans gritaban emocionadas, y ellos tocaban como siempre, bueno todos execto Tom, que había sufrido un problema en su muñeca, por lo que Silke pidió que se colocara un grabación de la guitarra, para que pareciera que Tom si estaba tocando.
-Me quieres decir que sucede – Le dijo Bill serio a su gemelo cuando ya todos estaban en el apartamento en el que vivían.
-Nada – Le respondió.
-Nada… ¿Me crees idiota o que? – Le pregunto con voz fría – Se lo que hizo Silke en el concierto Tom, y se que te estaba dando unas pastas antes.
-No eran nada – Le dijo mientras se sentaba en el sillón de aquella pequeña sala.
-No me mientas – Le dijo alzando la voz.
-¿Y que rayos quieres que te diga? – Grito perdiendo la paciencia.
-La verdad – Grito también Bill –
- No hay ninguna verdad que decir – Dijo con voz suave, sintiéndose mal por volver a mentirle a su hermano menor – Así que no preguntes mas idioteces – Le dijo mientras salía de la habitación bajo la atenta mirada de sus compañeros de grupo que no habían interferido en la discusión.

Había estado mirando al techo por mucho tiempo, no sabia cuanto exactamente, solo sabia que había sido mucho tiempo, se sentía la peor basura del mundo por haberle mentido a su hermano, por haber discutido con el, odiaba discutir con el, debía disculparse y lo sabia, pero el era demasiado orgulloso y por mas que le doliese pelear con su hermano, le era muy difícil disculparse.
-Ya es hora – Le aviso Silke entrando a la habitación – Tenemos poco tiempo para llegar al hospital.
-Claro vamos – Dijo mientras se levantaba, había olvidado que tenia que asistir al medico, para que le digiera como estaba su muñeca – Bien – Dijo mientras pasaba por el lado de la mujer.
Tom tomo las llaves del auto de Georg; siempre se lo pedía prestado y su amigo se lo prestaba sin preguntar para que, si le tenia un auto propio y mucho mejor que el suyo; estaba dispuesto a manejar aunque le doliese, así podría distraerse, dejar de pensar en su hermano, pero antes de siquiera salir del sencillo apartamento, Silke se las arrebato y salió primero que el señalándole con la cabeza asía atrás, el castaño miro sobre su hombro, su hermano lo veía desde las escaleras con una expresión confundida, le dirigió una sonrisa tímida y salió del apartamento, se dirigió al aparcamiento y subió al auto, sentándose en la parte trasera, ya que Silke estaba al volante. La mujer arranco el auto y en pocos minutos ya estaban en el hospital.

Entro a su habitación con lentitud, sentándose en una esquina de ella, haciéndose un ovillo en el suelo mientras lloraba. No entendía por que su hermano le ocultaba algo, Tom jamás le mentía y esa tarde lo había echo, le confundía por que Tom se había ido con Silke y no le había dicho nada aun cuando lo vio en las escaleras, le dolía saber que su hermano había perdido la confianza con el, aunque el…Negó con la cabeza, el le ocultaba muchas cosas a su hermano, cosas que debía decirle pero no quería, por temor a la reacción de su gemelo, odiaba ser tan débil, no ser como Tom que era el fuerte.
Escucho como la puerta de su habitación se abría, sabia quien era, sabia a lo que venia, y sabia que aun que no le gustaría lo haría, por que el mismo se lo había buscado, solo por olvidar, aunque no podía. Cerro sus ojos, mientras se secaba las lagrimas, por su mente pasaron varias imágenes de Tom, como siempre, abrió los ojos lentamente extendió una mano aceptando la de aquella persona, levantándose del suelo, se dirigió a su gran cama y se acostó en ella, dispuesto a lo que seguía a continuación, algo que ya había ocurrido muchas veces mas, solo se permitió pensar en Tom y en nada mas.

Continuara...


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TWC en pañales

Hallo!

Pues aca de regalito, una fotos de los Twins en sus inicios...no se por que pero me encanto esas fotos de Bill peque con faldita...en verdad un misterio, no suelen gustarme los "Trasvestis", pero a el le queda bien xD ¿A quien miras Bill?
Okay, ya digo pavadas...
Ahhh..pero que metidos en su onda estos niños...hahaha, me gusto la carita de Tom...Oops...creo que estoy...enamorado...¿es normal que te prenda la voz de tu gemelo?

Y esta ultima es mi favorita, si hasta tienen la misma miradita al piso, so weet...ahora puedo morir en paz.

Ein Kuss
LunaInvierno

Fotos cortesia del Blog de Lau "Conquistando el mundo TH" buenisima, para que se den una vuelta, solo que no es TWC, asi que no le echen el pato ¿vale?
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"Don't Jump" Oneshot

"Don't Jump"

By Lugoth

“No lo hagas, por favor, no lo hagas no…” Repetía en su mente mientras subía las escaleras en dirección a la azotea. Tenia que evitarlo, no podía permitirle que lo hiciera, no podía, no quería perderlo, no a el, por que era todo para el, su alma gemela, su mitad, su reflejo, su maldito todo.

-De verdad lo siento – Susurro al aire, en el mismo instante en que una lágrima perlada bajaba por su sonrojada mejilla.

“No lo hagas, por favor, no lo hagas no…”Escucho aquella voz otra vez en su mente, aquella voz tan conocida pero a la vez extraña, no sonaba como siempre, alegre y emocionada, sonaba triste y angustiada, movió la cabeza con fuerza, no quería escuchar aquella voz mas, la voz de el, la voz de su hermano, la de su gemelo…la del amor de su vida.

Su mirada vacía ya de sentimiento alguno que no fuera el más puro dolor, se dirigió asía abajo, donde ya había una pequeña multitud reunida, pero nadie le era reconocible, ni siquiera sabia si a la única persona que quería ver estaba ahí.

Dio un paso asía delante, dejando su pie en el vacio, solo tenia que mover su otro pie y todo acabaría, pero entonces por su mente pasaron imágenes fugases, de las fans, las que los habían apoyado en su carrera musical, la que los apreciaban y admiraban, a las que el odiaba decepcionar, las de aquellas personas que se encargaban de ellos en las giras y tours, aquellas personas que se habían convertido en cercanas, en amigos y compañeros, las de sus amigos y compañeros de banda, la de Georg, que siempre lo había acompañado en sus aventuras, la de Gustav que siempre lo hacia entrar en razón, la de Andreas el que siempre los acompañaba y escuchaba, también recordó a su padres, a su madre que siempre le recibía con una sonrisa, a su padre que siempre le decía cuan orgulloso estaba de su hijo, la de su padrastro que siempre le recordaba que tenia talento y por ultimo lo recordó a el…A el que siempre había estado a su lado, dándole ánimos y fortaleza sin saberlo, aquel que era su apoyo, a el que era su hermano, su gemelo.

Su gemelo…Cuanto le dolía que fuera así. Su hermano…cuento dolor le causaba saber que llevaban la misma sangre. Su amigo…Cuanto le lastimaba el corazón saber que para el jamás seria algo mas que un hermano y un amigo.

Un rayo ilumina la azotea y en cuestión de segundos caía una lluvia torrencial.

No paraba de llover, y no puedo evitar pensar por que estaba ahí. Estaba cansado de estar en ese infierno. Viviendo una mentira. Haciéndose preguntas.

¿Qué había hecho para merecer eso? ¿En que momento dejo de ser su hermano? ¿En que momento dejo de quererlo como a su hermano? Aquellas y muchas mas preguntas que no tenían repuesta. Cuanto le gustaría que eso solo fuese una pesadilla y despertarse para después reírse de lo tonto que era al soñar aquello, pero esa era la maldita realidad. Ojala hubiera tenido el suficiente valor para decírselo, pero e miedo a perderlo era demasiado.

Por eso esta ahí, quiere acabar con todo su sufrimiento. Dejando allí todos sus sentimientos, el amor que siente por su hermano, el deseo que tiene de besarlo, todo. Siente que muere por dentro, que su corazón no soporta tanto amor. Se lleva una mano al pecho y aprieta fuertemente contra el, mientras empezaba a llorar, mientras sus lagrimas se confundían con las gotas de lluvia.

-Te quiero-logra decir entre sollozos.

-¡No lo hagas, por favor!

El grito resonó en la oscura noche. Un grito cargado de angustia, de miedo.

Eso era lo que ahora mismo sentía al ver a su hermano allí arriba subido, con la mirada fija en lo que había bajos sus pies. No sabía si no le escuchaba o no quería hacerlo.

-¡No saltes! – Vuelve a gritar entre jadeos, provocados por la rapidez con la que subió las escaleras – No lo hagas…

-¡Vete! – Grita.

-No, bájate – Insiste.

-¡Que me dejes! – Dice mientras cierra los ojos con fuerza

-No lo hare – Dice con decisión mientras corre a su lado y le toma de a mano, jalándolo y alejándolo de ahí – Mírame – Le ordena cuando ambos ya están lejos del borde de aquel edificio – Mírame – Vuelve a decir.

Pero no quiere abrir los ojos.

Su único deseo es guiarle fuera de sus pensamientos, sacarle de su cabeza para siempre, no quererle de esa manera.

Suspira. Esto no puede seguir así. O lucha contra su corazón o se deja caer rendido a sus sentimientos.

Y se rinde. Siente que si no le dice algo pronto se sumergirá en el océano de soledad que invade su cuerpo.

Y entonces los abres, fijándola en la mirada avellana de su hermano, tan igual y tan diferente a la suya. Una mirada que trasmite amor, que demuestra preocupación, temor y angustia.

Y entonces se pierden en la mirada de otro, el tiempo se detiene, el mudo se congela, todo desaparece, quedándose solo los dos.

Solo los dos.

-¿Me quieres decir en que mierda estabas pensado para hacer eso? – Grito después de varios minutos en silencio, su cabello al igual del que su gemelo estaba pegado a su cuello y sus ropas estaban empapadas.

-Yo…

Quiere encontrar el valor para confesárselo todo, pero simplemente no puede, no quiere decírselo.

-Dímelo -Le ordena.

-Yo…-

-Que me lo digas de una putas vez – Grita.

-Te amo-le contesta sin reprimir un sollozo.

-¿Cómo? – Pregunto el otro con un hilo de voz.

-Que te amo – Repitió – Por eso lo iba a hacer, por que tu no me…

Pero antes de poder terminar siente una ligera presión contra su labios, su hermano lo estaba besando… ¡Besando!

Su primer beso, un ligero contacto, dulce y suave, en e que ambos se querían transmitir todo el amor que sentían.

-¿Qué? – pregunto después de que se separaron.

-Que yo también te amo – Respondió el otro - y que nunca estarás solo-le dice acercándose a sus labios.

-Por que siempre estaremos juntos -le contesta separando los labios.

Dos labios se juntan, dos lenguas se frotan.

Para siempre entrelazadas.

Para no separarse nunca.

-¿Ya no saltaras, Tom? – Pregunta el menor después de separarse.

-Ya no saltare, Bill – Respondió el mayor volviendo a besarlo.

.

.

.Bueno, esto es ser fiel a ala camiseta señoritas, aun cuando esta en recuperacion, esta sister nos sigue deleitando con la magia del TWC escrito, ojala lo hayan disfrutado, y si de repente les da el impulso de dejar un comentario ¡no se contengan!
Ein kuss
LunaInvierno

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miércoles, 4 de marzo de 2009

Tom el estilista

Hallo!
Despues de un tiempo de haraganear, aca les traigo una aportacion de mi mentora Doña Princess, si, por que las sisters somos una familia, asi que nos compartimos la informacion en vez de armar una Padre Dios mio cada que sale algo nuevo, como les decia, mejor les dejo el articulo de Princess y al final mis comentarios:


Ja ja …ahhh díganme que no las quiero!! solo Dios sabé lo que tuve que hacer para conseguir esto y la traducción pero bueno acá esta-…..REAL….a me van perdonando por que lo consegui en checo asi que si me como pedazos no sean exigentes mis amores…

El asunto es a partir del 1:02



Entrevistador a Bill: ¿Quíen te ha peinado esta mañana?

Bill: Eh, Tom (vean la forma en que lo dice ahh so cute, jeje es más vean a Tom como se pone cualquiera diria que es cierto por que cuando molesta se pone de chistoso, y ahi esta medio cortado…Shhtt niñas lo cual me lleva a pensar por que en las entrevistas a veces Bill dice cuando le lleva peinarse como en la de buzznet y el que asiente cuando dice el tiempo es Tom )

Entrevistador a Tom:
Muy Bien Tom gran TRabajo!

Tom: Danke, Danke DAnke jeje Grazie…………AMOOOO A ESTE PAR

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.
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Ahhh!!!
Mori con la cara de don Tom, es mucho mejor que las orgasmicas, esa ternurita solo la saca Bill...*Babas*

Bueno creo que Princess ya lo dijo todo, esa entrevista, y la foto del aeropuerto pasaran a la historia.

Ein kuss
LunaInvierno

visiten: http://www.twckaulitz.com


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lunes, 23 de febrero de 2009

El dìa "A"

Aca, yo como buena sister, dejandoles un fic de regalo por el 14 de Feb, jamas eh selebrado esta fecha..pero el TWC lo puede todo.
hahaha, en fin, ya paso el concurso asi que atrazado pero se los dejo.

................El dìa "A"......................
By:LunaInvierno

Amor...

-Feliz día guapo...- Susurro esa amada y conocida voz dándole la bienvenida al mundo de los vivos.

-Contigo siempre- Respondió el menor de los Kaulitz apoyándose en un codo trabajosamente. Siempre por la mañana el cuerpo se le rebelaba un poco, una sonrisa ilumino su fatigado rostro al ver la bandeja con desayuno que Tom equilibraba a duras penas- ¿qué es esto?- pregunto estúpidamente, ¿acaso nunca dejara de anularme la lógica? Se cuestiono al notar el absurdo.

-Bueno...Un Omelette "a la Kaulitz" , con jugo recién comprado- Respondió su gemelo golpeando su pecho con una mano en esa señal de orgullo (tipo gorila) que ni los años le pudieron quitar.

Bill ilumino la habitación con otra sonrisa y entonces intento que su memoria, la cual cada día fallaba mas, le indicara que celebraban...En años de relación su gemelo rara vez le llevaba el desayuno a la cama...generalmente el cursi era el.

-Sabes...es irónico...-Empezó a hablar el mayor mientras cortaba un pedazo del Omelette de Bill y se lo comía al seguir hablando con la boca llena cual chiquillo - Siempre me haces un drama por olvidar las fechas, y hoy...-Exagero un suspiro- ...te olvidas que celebramos el amor- Dramatizo ganándose una colleja.

-Deja de hacer el idiota y ven acá- Exclamo Bill abriendo los brazos esperando un abrazo. Tom no se hizo del rogar y se acurruco en su mitad disfrutando del contacto...jamás se cansaría de eso.

Entre arrumacos y bromitas terminaron el desayuno y el mayor decidió darse una ducha, Andreas no tardaría en llegar para salir a celebrar el "día de el Amor y la amistad". Una sonrisa de medio lado curso su rostro al ver la ropa que le quito a su gemelo el día anterior, si tan solo no los hubieran interrumpido los pesados de la disquera....no puede ser...pensó entre sorprendido y divertido.

-¿quieres que te ayude con eso?- Inquirió la voz de Bill desde la puerta del baño, gracias a que estaba semi desnudo se notaba perfectamente su recién provocada erección.

Sin esperar respuesta afirmativa el menor se acerco y beso dulcemente los labios que se sabia de memoria, con ternura que solo la certeza de que podrás hacerlo por el restos de tus días da, se deshicieron de la ropa que les quedaba. Mil sensaciones invadían sus sentidos...increíble que una cosa tan mundana como el sexo pudieran causar un sentimiento tan celestial.

Tom marcaba el ritmo de su amor, con una mano sostenía la espalda de su compañero y con la otra se detenía en la pared...definitivamente prefería la cama, pero tenia bastante que no hacían algo tan osado...así que solo se dejo llevar...

-Ah....-El grito de éxtasis retumbo en el baño -¿te encuentras bien?- inquirió Tom algo preocupado, tal vez había sido demasiado entusiasta...Bill aun tenia la cadera lastimada de una caída en los ensayos del Tour.

-Si, solo un poco cansado...-Respondió el menor con una sonrisa, empujando a su igual hacia la ducha para enjuagar los fluidos con devoción, marcando con sus manos cada pliegue, cada lunar...como si torneara una escultura.

Dolor...un pinchazo en el pecho hizo que Tom se doblara en dos, alarmado volteo y encontró a Bill con un pantalón a medio poner y la respiración entrecortada, angustiado lo ayudo a sentarse en la cama...y comprendió que el dolor no era en si de el, pero por la conexión lo sentía- Bill...¿qué tienes?...Bill...-llamo con la voz quebrada, su hermano fruncía el seño ante el dolor, y el mismo lo sentía...así que su hermano debería estar mucho peor.

-Nada Tomy, de verdad- Exclamo el menor de los Kaulitz y se termino de vestir. Tom no se fió mucho de sus palabras, pero decidió dejarlo pasar y seguir con su plan para ese día...el mismo se puso una ropa cómoda y tomo el celular para terminar de preparar su regalo de "San Valentín" para Bill.

-¿Será Andreas?-Interrogo el gemelo menor levantando la vista de una revista que ojeaba al escuchar el timbre.

-¿Tan pronto?-Respondió extrañado Tom, después un chispazo de entendimiento le llego y anuncio que el atendería, su hermano asintió distraídamente para seguir leyendo mientras el avanzaba hacia la puerta.

-¿El Sr. Kaulitz?- interrogo un hombre vestido con una remera negra que se ajustaba a sus músculos, revisando una tablilla donde debía estar el nombre.

-Uno de ellos- Contesto Tom, y le indico que entrara, el hombre llamo a otros dos que le acompañaban en la camioneta, uno de apariencia Hippie y otro de cabeza rapada y múltiples perforaciones.

-Soy Hanz, y ellos Treil y Mort- presento el líder, y se corrió de la puerta donde sus ayudantes metían algunas maquinas y maletines a la casa-¿Donde podemos instalarnos señor?-interrogo, mientras Treil y Mort esperaban indicaciones.

-Síganme-Instruyo el anfitrión y los metió en un salón que usaban para visitas, después de indicarles donde estaba la toma de luz y mostrarles el diseño de lo que quería se dispuso a ir a por Bill y darle su regalo.

Estaba nervioso...si hace algún tiempo le plantearan hacer lo que estaba por realizar, los hubiera tirado a locos...sin embargo, en esa ocasión, ahí estaba, ofreciendo de voluntario, toco la puerta del estudio y espero.

-Pasa Tom ¿de cuando acá tan educado?- Escucho que decía Bill y obedeció.

-Bill...¿podrías acompañarme al salón grande?- Pidió el recién llegado intentando ocultar su nerviosismo

Su gemelo arqueo la ceja intrigado mas se apoyo en el sillón y se puso de pie siguiéndolo, al entrar a la sala y ver a los tres desconocidos conectando maquinas sus dudas se incrementaron, más que nada por que eran aparatos que el conocía perfectamente, maquinas de tatuajes...

-¿Que ocurre aquí?-Cuestiono Bill a su hermano quien tenia una expresión extraña en el rostro, entre pánico y emoción.

-Te voy a dar mi regalo de San Valentín hermanito, algo que ni Andreas podrá igualar...-Respondió simplemente Tom jalándole del brazo para sentarlo en un sofá cerca de los hombres que seguían instalando el equipo y acomodando sus instrumentos.

-Creí que ya me lo habías dado...-Susurro Bill haciendo referencia a su regalito en la ducha esa mañana.

-Bueno...eso tómalo como un regalo de disfrute mutuo...-Sonrió Tom recordando algunos momentos que le gustaron especialmente.

-¿Tu regalo para mi es un tatuaje? bueno Tom...no le veo que sacare yo de esto, ya tengo varios...-Insistió el menor de los Kaulitz.

-Ciertamente, pero ninguno como este, además...Creí que te divertiría ver como me martirizaba yo mientras me hacían el mío...-Soltó el mayor con aparente calma, pero el temblor en su voz dejaba bien claro que su temor por las agujas le ordenaba salir por pies.

El rostro de Bill se lleno de desconcierto ¿Tom un tatuaje? ¿Voluntariamente?

-¿que tienes en mente?- inquirió curioso, su hermano jamás mostró interés por ningún tatuaje que no fueran los suyos.

Tom sonrió orgulloso y le indico al hombre rapado que le mostrara un dibujo que aparentemente era el modelo, Bill vio desconcertado que era como una tira de grecas, o signos celtas, era bonito, pero no entendía el significado o intención detrás de ese diseño.

-Estamos listos señor Kaulitz.- Indico el líder de los tatuadores.

-También nosotros.- respondió Tom y se sentó en el asiento al frente de Bill, para después tomarle la mano derecha e indicar a los hombre que se pusieran a trabajar.

Bill podía sentir a su hermano temblar, las manos le sudaban y fruncía los labios, sin embargo, su mirada era segura. Curioso observo como el de estilo pandroso le tomaba la mano libre a el, y el calvo a Tom, para colocarles el desinfectante.

El respingo de Tom después de el primer pinchazo de la aguja le alerto, de manera estoica el mismo resistió la picazón en la base del dedo anular donde le hacían el tatuaje, concentrándose en ver como se lo hacían a su hermano, los hombres eran buenos, en realidad le estaba doliendo muy poco comparado con otros que le habían puesto.

-Terminamos Sr.-Respondió Hanz, quien había supervisado a los otros dos mientras tatuaban a los gemelos- Esperemos que le gustaran- Cometo dedicándoles una sonrisa para después empezar a coordinar la retirada.

Mientras Tom agradecía y pagaba el servicio, Bill se quedo admirando su nuevo tatuaje y comprendió, la tira de grecas ahora rodeaba su dedo corazón, formando una clase de anillo, y las grecas..resultaron ser letras góticas en alemán.

-Siempre tuyo...-empezó a leer Bill en voz baja.

-Siempre mío...-susurro Tom en su oído mostrándole su propio tatuaje- Este no lo podrás perder aunque quieras...-Comento entre risas ganándose un sonrojo de Bill.

-¿Algún día me perdonaras eso?-Inquirió el menor ocultando su emoción en la falsa indignación.

-Lo dudo...-Respondió Tom inclinándose por un beso que recibió de inmediato- ¿Te gusto?- Cuestiono besando el tatuaje- Es como yo, Complejo, retorcido...y no existo si no estoy pegado a ti.

Por primera vez en años Bill se quedo mudo, se permitió soltar algunas lagrimas y después empezó a reír como loco, después de todo....el pensaba lo mismo de si. Pensó que Tom merecía un regalito extra por vencer una de sus mayores fobias y lo arrastro entre besos hacia la alcoba, esta vez el pedía arriba...

-De a ver sabido que obtendría esto me habría dejado tatuar hace años...-bromeo Tom quien tenia la frente sudorosa y las mejillas en llamas. Bill estaba por responder algo mordaz cuando otro pinchazo de dolor como en la mañana le ataco.

-¿Bill?- Interrogo Tom alarmado sintiendo el mismo dolor, el menor estaba echo un ovillo, apretando los dientes.

Tom entro en histeria pues su hermano luchaba entre reponerse del dolor y no llorar mientras el sentía un rastro de lo que el experimentaba.

El menor se limitaba a intentar calmarlo con la mirada, tambien acariciando su mano -Bésame- pidió, casi suplico y Tom cedió de inmediato, otro aguijonazo de dolor en el pecho los separo, entonces lo supo. Bill se agarraba el brazo derecho y le costaba respirar...le estaba dando un infarto..., maldito cigarro...

-¡Voy a llamar una ambulancia!- grito y se dispuso a cumplirlo cuando un Bill con ojos suplicantes se lo impidió.

-No...espera...-pidió con un hilo de voz...y el mayor entendió que no serviría de nada...Vivian muy lejos de un hospital, casi a una hora, Bill no resistiría- Bésame- pidió el hombre una vez mas y su alma gemela obedeció- ..N-no...-balbuceo con dolor en la faz el menor cuando Tom hizo la finta de ponerse de pie otra vez.

-Tardare un segundo...-Indico el mayor y corrió lo mas rápido que pudo al cuarto de baño donde cogió unas pastillas para la presión y un baso con agua, una lagrima se le escapo, el espejo aun tenia el corazón que Bill había dibujado sobre el vapor al salir de la regadera.

Los ojos de Bill se abrieron a su máxima capacidad al ver que Tom abría de golpe el frasco de pastillas y las vaciaba en su mano para después llevárselas a la boca, rápidamente le detuvo el brazo suplicándole con la mirada que se detuviera.

-Por favor Bill...por favor...-rogó Tom, y después de un minuto y un beso en los labios lo soltó. El mayor ingirió todas las pastillas con trabajos y apuro el baso de agua...El dolor cada vez era mas fuerte...Se acomodo en la cama y se cercioro que Bill tuviera bien puestas las almohadas, después, se abrazaron y durmieron...para no despertar más.

Amistad...

Un grupo de mujeres mayores, lloraban sosteniendo posters, discos y afiches frente al televisor.

Todas ellas, cantando a todo pulmón.

...Ich muss durch den Monsun
hinter die Welt bis ans Ende der Zeit
bis kein Regen mehr fällt ...

....Wir wollten nur reden,
Und jetzt liegst du hier.
Und ich lieg daneben, Reden, Reden...
...Stirb Nicht Vor Mir
Die Nacht öffnet ihren Schoß ...

El silencio reino entre la multitud mientras Georg Listín y Gustav Schâfer ambos de traje, se ayudaban mutuamente a subir en el estrado que lleno de rosas blancas, negras y rojas habían instalado.

Gustav paso sus ojos ahora con un brillo extraño entre la elegante multitud, dedico una sonrisa a Andreas quien no habia dejado de llorar desde el dìa anterior. Un nudo se le formo en el estomago al ver el hoyo en la tierra al doble del tamaño habitual.

-¿estas listo?- inquirió el batería a su amigo Georg quien asintió, pudo sentir su mano cerrándose sobre la propia y como tomaba aire y valor para decirle a los gemelos el ultimo adiós.

-Amigos..., prensa, familia...-Saludo el bajista sonriendo con la ultima palabra al eterno mejor amigo de Bill y Tom, dueño de un cabello platinado- Primero que nada, quiero agradecerles su prescensia este día, en especial a las fans...que estuvieron desde el principio y nos acompañan ahora que dos de nosotros llegan a su final- Como si esperaran una señal las aludidas soltaban gemidos y gritaban el nombre de los gemelos ante la cara perpleja de sus familias...muchas de ellas tenían nietos que frisaban la edad de ellas cuando se pusieron la "camiseta" de fan por primera vez.

-Quisiera pedirles que no lloren...-La voz se le quebró y Gustav apretó su mano-...pero se que es inevitable, al pasar de los años, esos dos se ganaron un lugar en el mundo de la música y en mi corazón...- Los ojos castaños de el mayor de la banda estaban cerrados evocando tantos momentos entre giras, conciertos, ensayos y ratos de ocio vividos- Cada uno con su carácter y personalidades opuestas...-No pudo contenerse al ver en su mente a los gemelos, Bill, con su cabello negro como cuando lo conoció, imitando el look de mapache...y a Tom, su compañero de juerga , con cabello igual de llamativo que el de su espejo y camisetas kilométricas.

-Este día-Continuo Gustav tomando la palabra- venimos a despedirnos- Una vez mas sus canciones mas famosas empezaron a sonar- Cumpliendo sus deseos...Tener el cabello arreglado...-Andreas gimió mas fuerte entre una risa y Georg soltó un suspiro de añoranza- ...Y estar juntos...

Una lagrima se le escapo al hombre cuando bajo del entarimado hacia el féretro de dos plazas, donde juntos, como abrazados en un sueño, dos ancianos se reconfortaban el uno en el otro, sus rostros idénticos, compartían arrugas consecuencia de ochenta y tres años de feliz existencia, Bill, con el cabello ahora blanco, peinado en su máximo esplendor, Tom, ya sin las rastas que corto cuando su artritis no le permitía ni tocar la guitarra ni cuidarse la cabellera, mas llevaba la gorra que Bill le diseño a juego con los trajes que les escogieron.

Los flashes llenaron de destellos el cementerio y los G`s pudieron imaginar perfectamente al menor de los Kaulitz sonriendo coqueto y a su hermano rodar los ojos.

Poco a poco la gente se fue acercando, algunos se quedaban un rato hablándole a los cuerpos ya sin aliento, y otros solo observaban para saciar su curiosidad.

Cuando el último grupo de fans estaba por terminar, Andreas, Georg y Gustav se acercaron una vez mas y alcanzaron a escuchar como una decía:

-Una pena...tantas mujeres los queríamos, y jamás encontraron a quien amar...-Los tres hombres abrieron los ojos sorprendidos por las palabras, a veces olvidaban que para el mundo los gemelos fueron un par de solterones, sin conocer el amor de su vida.

Fue uno de esos momentos cósmicos en que las mentes se conectan, pues Georg apartando su largo cabello entrecano, comento en un susurro:
-Ellos no encontraron el amor...

-Por que nacieron con el...-Concluyo Andreas y los otros dos no dijeron nada, pero en sus miradas y en sus corazones se leía...verdad, verdad, verdad...

-Feliz día de el Amor Bill, Tom...-Susurro Gustav colocando en el féretro los anillos que les pensaba regalar con sus iniciales, mientras de fondo...

...En el aire juraban se escuchaba, el rasgar de una guitarra...y la primera estrofa de In die Nacht.

....En mi interior empieza a hacer frió
¿cuanto tiempo podremos estar aquí juntos?
quédate aquí
Las sombras quieren cogerme
si nos vamos
Vamos sólo los dos
tu eres todo lo que soy
y todo lo que fluye por mis venas
siempre nos apoyaremos el uno al otro
no importa donde vayamos
no importa la profundidad


no quiero estar aquí solo
quedémonos juntos
en la noche
algún día llegara el momento
quedémonos juntos
en la noche

yo oigo cuando gritas silenciosamente
yo respiro cada respiración tuya
incluso si el destino nos separa
no importa lo que venga después lo compartiremos

no quiero estar aquí solo
quedémonos juntos
en la noche
algún día llegara el momento
quedémonos juntos
en la noche

en la noche..... algún día
en la noche.....solo contigo juntos

sujétame sino de otro modo estaré colgado solo en la noche
llévame contigo y abrázame
de otro modo estaré colgado solo en la noche

no quiero estar aquí solo
quedémonos juntos
en la noche
algún día llegara el momento
quedémonos juntos
en la noche

tu eres todo lo que soy
y todo lo que fluye por mis venas.


Al final...

Recorte de la revista Rolling Stones

Ayer 14 de Febrero se anuncio la perdida de dos estrellas de la música Alemana, los gemelos Bill y Tom Kaulitz de 83 años fueron encontrados sin vida en la mansión que compartían, por su mejor amigo de la infancia y socio en su disquera, el Sr. Andreas Yndlings, quien fue a verlos para "Ir de juerga por la amistad" según sus palabras.
Nuestras condolencias a sus allegados y este es el final de Tokio hotel, sus compañeros y amigos Georg Listíng y Gustav Schâfer presidirán el servicio funerario el día de hoy en la ciudad de Leipzig Alemania de donde los gemelos son nativos.

-¿Abuela, que lees?- pregunto una niña a la madre de su madre, quien guardaba algunos recortes en su caja "especial"

-una historia, linda....-explico dulcemente la mujer mientras alisaba su desgastada remera donde se leía TWC

-¿Una historia de que?- Inquirió la chiquilla que amaba los cuentos.

-Una historia de dos personas...que se amaron siempre-Murmuro con una sonrisa-...incluso "Al final"
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Bueno...me siento algo triste, pero en fin, en realidad concursaron excelentes fics asi que eso consuela.


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In die Nacht...
...In the day...
..Kaulitz love...
...Oh right!
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