lunes, 16 de marzo de 2009

"Interruptus" Cap.6

"Interruptus"

By:Ellle

Cap.6

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Tom apenas podía creer lo que estaba ocurriendo. Allí le tenía, Bill acorralándole contra la pared, solo que no era Bill o al menos no el de sus sueños. ¿Dónde estaba aquella criatura tierna y cándida que se entregaba lánguidamente? Allí desde luego no.

Sus besos tiernos poco a poco se aceleraron, ganaron fuerza y seguridad y las manos resbalaban por todo resquicio que su ropa les permitía sin llegar a acariciar ningún punto realmente sensible.

-Bill, en serio…nos van a ver- esa idea que a él le escandalizaba al menor parecía casi divertirle.

-Tranquilo, no dejaría que nadie se uniera- le quito la gorra para acceder mejor a él- si con las chicas también eres así, no me extraña que tengas tanto éxito.

El mayor no podía ni hablar. Aquello superaba cualquier fantasía, cualquier anhelo. Pero al mismo tiempo, aquella actitud de su hermano le impedía defenderse; desesperado le cogió el rostro entre las manos para besarle, para tratar de imponer algo de su voluntad en la que ya parecía una partida ganada por el cantante. Y así contra aquella pared comenzó un nuevo modo de hacerse la guerra, donde no cabían gritos, insultos, bromas pesadas o camisetas favoritas teñidas por “accidente”. Cada uno luchaba para dominar al otro al tiempo que combatía sus ganas de dejarse dominar.

Las bocas quemaban, dolían y sus propios jadeos haciéndose eco en el vacío pasadizo les excitaban mas y mas, obligándoles a seguir con una desesperación ciega de tenerse en aquel momento como principio y final de sus vidas.

Bill se separó de improviso y el mayor sintió frío, como si un aire azul helado hubiese recorrido aquel pasillo como un fantasma.

-Ven-le tendió la mano para acercarle de nuevo pero el moreno negó con una sonrisa, con sus labios enrojecidos e hinchados, mostrando las marcas rojas que el primer asalto contra la pared le había dejado en el cuello-no juegues conmigo.

Dio unos pasos hacia atrás hasta quedar contra la puerta de la habitación del mayor mientras se mordía el labio, tratando de retener una risotada.

Se arremangó la camiseta mostrándole el ombligo y la estrella que hacía unas horas había besado con desesperación.

-¿Quieres que me la quite?- pese a estar casi a dos metros de su hermano la respiración de Tom seguía tan acelerada que se confundía con jadeos- si entras lo hago.-Un pinchazo de mala conciencia invadió al de rastas un segundo.¿Se habían vuelto locos los dos?

-No sé si esto está bien, somos hermanos joder- Bill rodó los ojos con un suspiro. ¿Tenía que hacerlo todo él? Nunca habría podido imaginarse que su hermano era de esos que calentaban para después echarse atrás.

-Yo voy a entrar y a quitármela, contigo o sin ti… tu verás lo que haces- y cerró de un portazo. Aquello era una mierda inmensa. Su hermano era estúpido. A él también le asustaba aquella situación pero la afrontaba (a su ver) de modo civilizado. Tiró la camiseta y la gorra que seguía en su mano con rabia contra el sofá y se cruzó de brazos a la espera de que haría su hermano mayor. Pasaron casi dos eternos minutos en los que le maldijo de todas las formas que sabía teniendo convencimiento de que habría ido a torturarse con aquel rollo estúpido de ser hermanos, amor imposible y demás mierdas.

Pero entonces el chasquido de una puerta y el crujir del parqué le hicieron estremecerse. Un abrazo desde detrás y un beso justo bajo su nuca, en aquella vértebra marcada le obligó susurrar el nombre del guitarra.

-Lo siento- echó la cabeza hacia atrás para apoyarse en su hombro, para sentir sus besos, para buscar un sustento y no desfallecer allí mismo.-Te quiero.- Le dejó besarle la espalda con lentitud, inclinándose para permitirle seguir su columna.

-Quítate la camiseta, ahora.-Y los brazos le soltaron para obedecer. Para deshacerse de aquella maldita camiseta ancha que impedía que el mundo disfrutara del cuerpo del mayor.

Se giró para mirarle. Su pecho tan distinto del del moreno, más ancho, más fuerte, con la piel más oscura. Un suspiro de satisfacción al tenerle al fin así, cara a cara, aún preguntándose hasta donde estaría dispuesto a llegar.

-Ya está-un gesto inocente, una de sus rastas cayéndole desde la coleta hacia delante y un pequeño juego con el aro de su labio, por todo eso, de no haber sido tan orgulloso, Bill le hubiera venerado como a un Dios.

-Aquí estamos al fin- le tomó de los antebrazos para acercarle- no tengas vergüenza.

-No tengo vergüenza.

-Vamos que no- y sus labios cayeron sobre su cuello, dejando de lado el enmarañado cabello rubio para disfrutar y hacerse propietario absoluto de su piel.

-Se suponía que tu eras dulce, romántico y tierno y todas esas cosas y que el pervertido pseudo-nimfómano era yo- al hablar, el mayor jadeaba las frases incapaz de apartar las manos del pecho del moreno.

- ¿Qué quieres decir con eso.

-Nada, solo te informaba…creo que se te ha olvidado- le sintió reír y el menor dio la partida por ganada. Llegaría hasta el final.

-¿Recuerdas esta mañana…lo que estabas haciendo?- el estomago de Tom dio un pequeño vuelco cuando las manos del menor se posaron sobre sus hombros y hicieron una ligera presión hacia abajo- vamos.

Y sus rodillas tocaron el suelo, su rostro entre las finas manos de su hermano y sus besos, esta vez más lentos y profundos que arrancaban gemidos al moreno que allí, de

pie le miraba con dulzura acariciando su coleta rubia.

Le tomó de la cadera para que se arrodillara también, y lo hizo, algo incómodo por unos pantalones demasiado ajustados que el mayor trataba de arrancarle sin conseguirlo.

-¿Cómo carajo te atas esto?- había dejado incluso de besarle para pelearse con las hebillas de su cintura mientras el aludido se tapaba la boca con la mano reprimiendo una carcajada que podía echarlo todo a perder. –En o te lo desatas o te quedas sin.




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In die Nacht...
...In the day...
..Kaulitz love...
...Oh right!
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1 comentario:

Lu... dijo...

Buenisimo
Geniallllllllllllllllllllllllll