lunes, 16 de marzo de 2009

"Interruptus" Cap.8

"Interruptus"
By: Ellle
Cap.8
.
.
.
-¡Buenos días a todos

-¡Buenos días a todos!- Gustav se giró, sintiendo un escalofrío ante el tono de voz del menor, feliz y dos octavas mas agudo de lo normal.

-¿Nos hemos despertado felices hoy?- el moreno asintió un par de veces antes de dejarse caer sobre una de las sillas sin ningún cuidado.

-Hoy es un día maravilloso.

-¿Ya lo has recogido todo? Piensa que un día de estos no te esperaremos

-Mi equipaje está hecho, listo y cargado.

-Si no lo oigo no lo creo- silbó el batería dando por finalizado su desayuno- ¿te a abducido algún platillo o algo?

-Llevas un par de días muy raro…-el bajo dio un sorbo a su taza- me diste bastante miedo ayer cuando viniste a preguntar si había visto a Tom.

-Que por cierto también anda extraño…tendrías que haber visto a que horas intempestivas se despertó ayer.-Una mirada de los dos jóvenes hacia el cantante, que trataba de fingir que la cosa no iba con él, le cedió el turno.

-fue solo casualidad…ya sabeis.

-Sí, ese rollo vuestro- un picor tras as orejas puso en guardia al moreno.

-Pero pero… ¿Qué rollo? ¿Qué dices? Somos hermanos.

-¿Ahora no tenéis “una relacion especial, porque somos gemelos y siempre estaremos juntos”?- tragó saliva. Más le valía no estresarse en adelante.

oooooOOOOOoooooo

-Traigo el desayuno-había un bulto sobre la cama, tapado con los edredones y Bill temió que el guitarra siguiera durmiendo.

-¿mmmhh hay tostadas?

-Y bollos, y zumo…cosas sanas, ya sabes…no había ni una maldita hamburguesa- dejó la bandeja a un lado mientras buscaba con los ojos donde carajo había dejado el paquete de cigarrillos.

-Zumo de que…?- seguía sin salir de debajo de las 3 toneladas de ropa de la cama, y su voz sonaba ahogada, lejana adormecida y ronca.

-Naranja, plátano con uva y frambuesa- se sentó junto al cojín sujetando los tres botellines mientras el de rastas asomaba la cabeza con los ojos hinchados preguntándose porque demonios existía un zumo de plátano con uva.

-¿Cuál quieres?- con un gruñido le arrebató uno y se lo llevó a las profundidades de la ropa de cama- podrías ser mas cariñoso ya que soy servicial.

-No lo fui lo bastante ayer…-no lo preguntó. De echo, aún no había terminado de asimilar lo ocurrido y en lo más profundo de su corazón sabía que en cuanto lo hubiera hecho el trauma sería irreversible.

-Ayer fuiste simplemente embriagador- pese a las mantas el mayor sintió las manos del moreno descargar peso en el costado.- tan dulce que casi me hace pensar en no dejarte salir mas de esta habitación- la ultima frase convertida en susurro le hizo quedarse quieto bajo la ropa. Muy quieto y muy rígido, como el ratón acechado por un depredador mayor. Y le confundía, y le excitaba…y le gustaba. Ese cosquilleo en el estomago, ese no saber que decir, ese calor que se hacía insoportable por momentos y la respiración de su gemelo tan cerca que casi la podía imaginar contra su oreja pese a la densidad de la ropa de cama.

-¿tu lo sabías?- se deshizo de ella de un manotazo para clavar los ojos en los de su hermano que, sentado en la cama, sonreía como si la pregunta no fuese con él- tú sabías lo que yo sentía ¿verdad?

-Tenía tantas ganas de que me quisieras que creí que me estaba engañando. Cuando me dijiste que me querías pensé que estarías confundido- le acarició la mejilla primero, tomando después una de sus rastas- no quería hacerme ilusiones.

-Te quiero Bill- un tirón i lo tenía sobre su cuerpo, y podía acariciarle, y era suyo…de alguna manera, y el menor se dejaba querer, guardándose una sonrisa mientras daba las gracias porque su hermano siguiera desnudo.

-Dímelo otra vez- y él se lo susurró, no una sino 100 veces, flojo, muy flojito contra su oreja arrancándole risas y escalofríos.

-Eres perverso.

-Si lo vas diciendo por ahí nadie te creerá, yo soy el hermano bueno, recuerdas?

-si supieran como eres en realidad.

-Nadie lo sabrá nunca…solo aquí...solo contigo…

-Maldito incubo- rió el de rastas cuando Bill volvió a morder su cuello- déjame desayunar.

-No te lo has ganado- se sentó sobre su estomago sujetando una de las tartitas de crema con chocolate entre sus finos dedos y la mordió lentamente para que el rubio no perdiera detalle de su gesto

- hijodeputa dame eso!- y risas y gritos mientras Tom trataba de incorporarse para arrebatársela y Bill se la alejaba lo más que podía estirando el brazo. Al final el mayor se hartó, sorprendiendo al moreno al usar de golpe toda su fuerza, retorciéndole el brazo izquierdo detrás de a espalda y girando para dejarle debajo.-¿me la darás?

-No- chilló el cantante aún estirando el brazo derecho mientras lloraba de risa.

-Tendré que comerte a ti- un beso en el cuello y enseguida bajó al pecho sin soltarle el brazo inmovilizado. El moreno gemía y se curvaba con la camiseta arremangada hasta el extremo.

-No, no podemos hacerlo ahora nos están esperando…Tom…Tommy…me rindo- y acercó la pasta hasta su bajo vientre en donde su hermano llevaba rato haciendo de las suyas-ten…

Y el rubio la cogió hundiendo los dedos en el dulce y le miró sonriendo.

-incorpórate.

-¿Qué quieres hacerme?- se sentó en la cama, quedando el mayor en su regazo con la crema que ya comenzaba a chorrearle por el antebrazo.

-¡Oh, vamos! Quítate la camiseta y no refunfuñes…empezaste tú- y cuando la parte de arriba de la ropa del cantante estuvo fuera acarició sus labios, dejando un rastro de dulce hasta que logró hacerle abrir la boca para resbalar los dedos por su lengua caliente y blanda.-Eres increíble…- y el menor le devolvió la mirada sin dejar de lamer…sus dedos, su mano, su muñeca y resbaló por el antebrazo lentamente dejándole sentir la presión ligera de su piercing. Mientras, el de rastas tomó la botella de zumo y dio un trago, dos y aún con liquido en la boca levantó el rostro del moreno para besarle, aguantando ambos las ganas de reír al sentir como el jugo se escurría entre sus bocas sobre sus cuerpos y las sabanas.

-Esto es una guarrada- logró murmurar el cantante estremeciéndose a cada nuevo beso de su hermano.- Yo ya me había duchado hoy…voy a estar pringoso por tu culpa…además…mis pantalones.

-Prometo lavártelos a mano si no lo quita la lavadora- seguía besando el mayor con urgencia; el pecho de su hermano ahora sabía a fruta y le encantaba. Era como un perfume…el jugo de frambuesa se mezclaba con el olor de Bill…el sabor de Bill y le quedaba bien, lo mejoraba. A Bill le pegaba saber a frambuesa, talvez era por eso. Antes de querer darse cuenta ya volvía a besar bajo su ombligo y él se había tumbado de nuevo agarrándole los hombros con fuerza. “Qué diablos” pensó para si mismo antes de desabrocharle el pantalón, bajárselo hasta medio muslo junto a su ropa interior y meterse el sexo en la boca sin ni pensarlo.

-Tom!-un intento de incorporarse debido a la sorpresa le hizo apretar el agarre que mantenía sobre los hombros del mayor un instante para perder la fuerza por completo al sentir la primera caricia.

Era extraña, era una situación muy extraña, pero estaba tan excitado como si se lo estuvieran haciendo a él. Besó, lamió y chupó como si hubiera hecho aquello cientos de veces antes pese a que era la primera. Y su hermano se retorcía; se había tapado la cabeza con la almohada para gemir contra ella, cosas que Tom no podía entender. Y ya nada sabía a frambuesa, el sabor era distinto, amargo, salado, una sensación viscosa que se metía por las heridas de sus labios haciéndolas latir e hincharse.

Y sin aviso algo le llenó la boca dándole unas terribles ganas de toser al sentirlo resbalar por su garganta que logró aguantarse porque no podía apartar la cabeza, Bill se la sujetaba ahora tirando de sus rastas, haciéndole daño, clavando las uñas un instante en su cuero cabelludo sin compasión. Le sintió estremecerse, quedarse arqueado y en tensión un par de segundos para después caer inanimado llamándole entre susurros.

-Estoy aquí Bill- y le ayudó a colocarse la ropa mientras trataba de recordar donde estaban sus pantalones.

-Mira en lo que conviertes un desayuno- le sonrió mientras el otro ataba sus rastas en una coleta aun buscando sus pantalones.

-Será mejor que bajemos ya- ni siquiera se molestó en sacar de la maleta una camiseta limpia. El equipaje ya estaba hecho y cerrado y lo mismo pasaba con los pantalones manchados de zumo de Bill, que intentaba desesperado ante el espejo que su cabello volviera a ser lacio después de aquella batalla matinal.

-Te odio…mira como estoy.

-muy guapo- sonrió el mayor dando un par de saltitos para asentar sus zapatillas de deporte.

-y pringoso, y rebozado en zumo, y despeinado.- lo cogió de las muñecas para apretar su boca contra la de él durante un instante.

Un chasquido les devolvió a la realidad. Bajista y batería se apoyaban en la puerta


______________________
In die Nacht...
...In the day...
..Kaulitz love...
...Oh right!
______________________

1 comentario:

Lu... dijo...

Ahhhhhhhh
Como siempre me facino
Buenisimo